Hoy en día, casi 1500 millones de personas tienen sobrepeso en todo el mundo.
Si en el pasado «quemábamos» todo lo que comíamos, ahora almacenamos demasiado porque comemos demasiado. Especialmente en momentos en los que no tenemos mucho hambre, sino cuando buscamos calmar emociones negativas y ansiedades.
A veces la tentación de comer no tiene nada que ver con el hambre. ¿Resultado? Se acumulan kilos no deseados.
Otro factor involucrado en nuestras compulsiones alimentarias es la presión social. Nuestra forma de comer nos es impuesta muy temprano por nuestros padres, educador@s, sociedad, etc., que nos moldea y nos construye físicamente.
En la mayoría de los casos, comemos demás para llenar un gran vacío.